lunes, 2 de mayo de 2011

Il sole (3/3)

A veces la vida nos hace caminar por siniestros recodos en los que resulta sencillo naufragar, lugares donde perversas sirenas embaucan a los hombres con sus cantos, entretejiendo complejas melodías que les enlazan sin remedio a la oscuridad. Como Ulises, hemos partido de una tierra sin retorno pero no perdemos la esperanza de divisar Ítaca y soñamos con arribar al consuelo del afecto, al seguro refugio de nuestro hogar.

Cuán duro largo resulta el camino cuando se hace en soledad, qué interminable la noche de quien no cree en un mañana, qué tristes mis palabras si tú no las lees. Éstas surgen reptando entre duermevelas, penetrando en mis sueños hasta romperlos. Desde la callada quietud, en la profunda negrura, vierto deseos en estas líneas porque la espera resulta dulce cuando pienso en ti, porque eres la razón de mis palabras, porque tú eres la luz que anhela mi corazón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario