viernes, 29 de julio de 2011

Silencio de amor

Un padre viudo que no ha superado la muerte de su mujer, no ha elaborado su duelo y de una forma inconsciente aborta cualquier posibilidad de nueva relación, además de expiar un subjetivo sentimiento de culpa en la loable tarea de acompañar con la lectura a los enfermos de un hospital. Una adolescente inteligente en un cuerpo de niña que comienza a reclamar que se le trate como a un adulto. Un ácrata enclaustrado en un mundo paralelo y volcado en la carrera por cambiar el sistema. Una hija y su madre distanciadas por incompatibilidades solucionables por el amor que se profesan y que nunca se han confesado.

Ciertamente se trata de personajes quizás demasiado arquetípicos pero tratados de una forma exquisita con un acompañamiento literario y musical no exento de espiritualidad, que arropa en todo momento su particular devenir en la historia que se relata y cuyo fin nos anticipa cuando Alessandro lee una parte del precioso poema que da título a la película.

Posiblemente su final sea previsible pero no por ello menos hermoso. Si además tenemos en cuenta el panorama cinematográfico actual (al menos en provincias) resulta muy estimulante disfrutar de relatos como éste.

T'amai di quannu stavi dintra la naca,
T'addivai ducizza a muddichi a muddichi,
Silenziu d'amuri ca camini 'ntra li vini,
Nun è pussibili staccarimi di tia.

Nun chianciti no, albiri d'alivi,
Amuri e beni vengunu di luntanu,
Dilizia amata mia, sciatu di l'arma mia,
Dammi lu cori ca ti dugnu la vita.

Vacanti senza culura tengu lu senzu ,
Quanno 'na mamma si scorda a so figghiu,
Tannu mi scordu d'amari a tia,
Ti vogghu bbene picciridda mia.

Vulati acidduzzi iti ni ll'amata,
Cantantici mentri nc'è morte e vita,
Comu tuttu lu munnu esti la campagna,
Tu sì a Riggina e ju Re di Spagna.

(Alfio Antico, Silenzio d'amuri)

miércoles, 27 de julio de 2011

Casi una oda

Reflejos estoicos
conjugados entre surcos
y antiguos vestigios
grabados con tenaz sufrimiento
otrora dominante en tu historia
son ahora luminiscentes candelas
que nuevo amanecer
brindan a tu encuentro
cándido refugio de pueril inocencia
alma que desconoce mancilla
un mar de sueños te espera
despliega velas al viento
parte con premura
sin miedo al horizonte
alcanza el ansiado paraíso
destino casi olvidado
allá donde eterna ventura
surque benévola tu rostro.

domingo, 24 de julio de 2011

Un gesto de ternura

Una barandilla de aluminio desafía el sol de mediodía y éste hace brillar su orgullo.

Esther se dirige con parsimonia a su vehículo ante la indiferencia del gorrilla. Detiene su paso y hurga en un bolso acarreado sin entusiasmo. ¿Dónde puse las llaves?, repite con insistencia.

El niño le mira desde una ventana y sonríe. Sus dedos menudos se mueven acompasadamente en un gesto de ternura.

lunes, 18 de julio de 2011

El impasible segundero

Sin interés por el avance impasible del segundero, ordeno con disimulada fatiga el fruto de una ciclópea jornada y pongo fin a mi conectividad online. ¿Dónde está la improvisación? Si las piezas no estuviesen ordenadas, sería imposible completar el rompecabezas. No admite réplica el argumento. Blindado y perfecto para una tercera ola. Deshumanizador y alienante para asumirlo.

martes, 12 de julio de 2011

Bella sin alma

Asomada al alféizar de la ventana, contemplaba con estupor cómo el terrorífico dragón portaba en sus fauces al apuesto joven que minutos antes selló sus labios con un ósculo.

Quedó horrorizada y, sin poder contenerlo, un bostezo se dibujó en su semblante.

jueves, 7 de julio de 2011

Luz y Mar

Un beso siembra
jubilosa y ansiada primavera
y florece en el corazón
como campo fértil de vida
donde parir desea alegría.
Vientos hipérboles,
portadores de vigoroso fluido,
alimentan una recóndita gloria,
armonía luminosa
que brotar espera
del aliento, gozo sincero;
del vientre, océano sereno.
Tras de ti, Mar en calma,
Luz regocija al universo.

lunes, 4 de julio de 2011

Angustioso sigilo

Como cada mañana un runrún me interrumpe el descanso, como cada mañana aborrezco su estirpe. ¿Hay acaso objeto más odiado? Y es éste un aborrecimiento infinito. Mis ojos apenan aciertan a mantener unos segundos la mirada y mis tímpanos permanecen paralizados ante el angustioso sigilo. Todos los sentidos te buscan pero hallan ausencia. En un intento por rescatarte, busco una luz al otro lado de la tronera y al encuentro llega la lluvia.

sábado, 2 de julio de 2011

La importancia de no derramar café

Le gustaba llegar temprano ya que el ritual exigía su tiempo. Pausadamente colocaba la cápsula en el receptáculo y aquella tostada semilla inundaba la oficina de un aroma soberbio.

Aquel día, coincidiendo con la última gota de moca, la puerta se abrió inesperadamente. De la chistera de los recursos recuperó una espléndida sonrisa con la que agasajar al recién llegado gerente. Una estudiada cortesía le permitió salvar un saludo para, inmediatamente, apostillar no sin cierto orgullo, podemos estar satisfechos con los números del trimestre.

El directivo le miró sorprendido, verdaderamente nunca me importó demasiado tu concepto de satisfacción siempre que las estadísticas ofrecieran los datos adecuados, le contestó sin disimular su contrariedad mientras forzaba una mueca de disgusto por el café que acababa de derramar.