Dulce es el amanecer cuando el amor vela tu sueño, discreto el tacto que te anuncia el despertar. Hasta la noche, tenebrosa oscuridad que conquista la tierra cuando el astro completa su órbita, se estremece ante la presencia de tu corazón, es tal su fuerza que derribó todos nuestros miedos y edificó un anhelo común. Al unir nuestras almas también nuestros destinos se ligan, tu ansías caminar a mi lado y yo, recorrer junto a ti la vereda que a la felicidad conduce. Tú eres mi espejo, yo transparencia que tu sonrisa halaga.
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